domingo, 20 de diciembre de 2009

El intrigante amigo J.G. Agapito (II)

Cuando llegó Ricardo María Carles vio que era su oportunidad y no se cansaba de exclamar: “Las cosas han cambiado y ahora mandamos los que estábamos marginados”. Afloraba su resentimiento que aparece, como ahora, siempre que no tiene protagonismo. Con Carles lo mantuvo. Fue nombrado fiscal de la diócesis y, al morir Pau López Castellote, delegado de Pastoral Familiar. Como fiscal se tomó al pie de la letra el título y empezó a abrir expedientes: a un compañero de curso porque había hecho un bautismo por inmersión, al Centre de Pastoral Litúrgico porque no pasaba por censura eclesiástica los textos de “Missa Dominical”. Tanto el arzobispo como el obispo Carrera le retiraron, finalmente, el cargo de fiscal. Como delegado de Pastoral Familiar clausuró la revista Problemàtica viva y promocionó actos con intervenciones de personalidades extranjeras, que no calaban en el mundo de las familias. Promovió un cartel con motivo del Día de la Familia en el que aparecía un feto ensangrentado, goteando sangre, que provocó el rechazo de la gran mayoría de sacerdotes diocesanos que se negaron a colgarlo en los tablones de anuncios de sus parroquias. Sus mutidoctorados figuraban en las tarjetas de invitación.

Finalmente fue nombrado párroco de Santa María Reina, un barrio de familias pudientes, cerca de la residencia del mandamás del Opus Dei en Cataluña. La parroquia funciona pero le sirve de plataforma personal. Tiene a dos o tres estudiantes eclesiásticos y simula una “canónica agustiniana”, entidades que fueron suprimidas en el siglo XVI. Hacen vida en común y aparenta que le asiste una mayordoma, que el día que tiene un invitado, curiosamente, “ha tenido que salir”.

En María Reina le place revestirse de monseñor y a veces luce una especia de pectoral. Celebra con éxito misas de rito oriental ya que fue nombrado, por el cardenal de Barcelona, delegado de Ecumenismo y de Relaciones Interconfesionales. Hace años aceptó ir como párroco a la Basílica de la Merced, pero se volvió atrás por las condiciones del piso y quizá porque es una zona distinta… con un estatus social muy diferente.

Conoce los vericuetos romanos e informó a la Santa Sede cómo tenía que ser el sucesor del cardenal Carles. No sabemos si se atrevió a presentar un candidato. En cualquier caso, en los cenáculos eclesiásticos, de vez en cuando aparecía su nombre como posible. Con Martínez Sistach ha perdido mucha influencia y ya no habla de sus fantasías: crear una nueva Acción Católica y ser, cuando quiera, obispo auxiliar de Barcelona. En María Reina celebra bodas de aúpa y cobra buenos aranceles, aunque a veces pide a los contrayentes que busquen al sacerdote que ha de oficiar el matrimonio. Conoce a fondo el ecumenismo y anualmente organiza semanas de la unidad y mesas redondas donde invita a pastores evangélicos y a teólogos extranjeros.

Personaje intrigante y de gran capacidad de relación, gusta a don Jaume convocar encuentros semiclandestinos para hablar de la diócesis. Lo hizo cuando el prelado barcelonés, hoy cardenal, hizo consultas para vicarios episcopales.

Escribe muy bien y mantiene una pequeña editorial, Ediciones Santandreu, donde publica libros variados y en algunos de ellos hace una dura crítica a la Iglesia de Barcelona porque, según él, ha marginado a sacerdotes valiosos. Últimamente en un acto público hizo un llamamiento a la unidad diocesana, aunque acusa a la diócesis de provincianismo. Tiene a veces una actitud altiva y crítica con otros sacerdotes a quienes considera menos sabios que él. Hace unos años vestía elegantemente de seglar y ahora utiliza un clergyman con cuello romano.

Su último disgusto ha sido ver que no le nombraban canónigo de la Catedral de Barcelona. Ello debe haber acentuado su resentimiento y no dudamos que dará más alas a Germinans de cuya sociedad secreta es una de las dos cabezas pensantes bajo varios pseudónimos. Esperamos que desmienta públicamente su relación con esta logia del integrismo católico.

3 comentarios:

  1. Del antic lefevrista no diras res?

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  2. ¡Los textos de "Missa dominical" tienen que pasar la censura eclesiástica! Ni que eso fuese tan difícil... Total, continuarán sin valer nada.

    No acertáis ni una. Todo es mucho más fácil. En verdad que este Monoseñor Aga-pito está informado de todo pero él no escribe en Germinans.

    Vosotros sois la misma mierda miserable que Germinans. Os habéis ganado el infierno como ellos. Acusáis a vuestros enemigos y los relacionáis con un proyecto en el que no participan. ¿No seréis los mismos de Germinans tratando de remontar su sitio, que ya no tiene visitas ni influencia?

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  3. Dieu q la seva parròquia funciona, doncs a veure si podeu dir el mateix dels capellans de la vostra corda, hahaha.

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